Defensas aéreas ucranianas rechazan un intenso ataque de Rusia
KIEV.- Las defensas aéreas ucranianas, reforzadas con sofisticados sistemas suministrados por Occidente, frustraron un intenso ataque aéreo ruso sobre Kiev el martes por la madrugada y derribaron todos los misiles lanzados contra la capital, informaron funcionarios.
El ataque, contra objetivos en toda Ucrania, incluyó seis misiles hipersónicos aerobalísticos Kinzhal —la mayor cantidad disparada en una sola andanada en lo que va de la guerra—, según el portavoz de la fuerza aérea ucraniana, Yurii Ihnat.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha dicho en repetidas ocasiones que los Kinzhal brindan una ventaja estratégica clave a Rusia y son algunas de las armas más avanzadas en su arsenal. Los misiles son difíciles de detectar e interceptar debido a su velocidad hipersónica y maniobrabilidad.
Si se confirman las aseveraciones ucranianas de que derribaron los seis misiles, significaría otro golpe a los planes militares rusos y demostraría la creciente eficacia de las defensas aéreas ucranianas
Ihnat, quien en marzo señaló que Ucrania no contaba con el equipo necesario para interceptar los Kinzhal, no detalló el martes qué sistemas se usaron para derribarlos. Desde marzo, los países de Occidente le han proporcionado a Ucrania varios sistemas antiaéreos.
Rusia disparó los misiles Kinzhal desde aviones caza MiG-31K, junto con nueve misiles de crucero desde barcos en el mar Negro y tres misiles de crucero S-400 lanzados desde tierra, añadió. En total, Rusia había lanzado 27 misiles en un día, según las fuerzas armadas ucranianas.
El ministro de Defensa ruso Sergei Shoigu refutó la noche del martes las aseveraciones ucranianas, declarando a la agencia noticiosa estatal RIA-Novosti: “No hemos lanzado tantos Kinzhal como los que supuestamente derriban con sus declaraciones.
Se escucharon explosiones fuertes en los cielos de Kiev antes del amanecer, en un ataque ruso que aparentemente buscaba abrumar las defensas aéreas de Ucrania. El alcalde de Kiev informó que tres personas resultaron heridas.
El ataque ocurrió mientras los gobiernos europeos buscaban nuevas formas de castigar a Rusia por la guerra, y mientras un enviado de China buscaba apoyos para la propuesta de paz de Beijing, que hasta ahora parece haber causado poca impresión entre las partes en conflicto. También se produjo en momentos en que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, regresaba al país después de realizar una gira europea en la que buscó más ayuda militar.
El nuevo ataque nocturno sobre Kiev era “excepcional en su densidad: la cantidad máxima de misiles en el periodo más corto”, declaró Serhii Popko, jefe de la administración militar de Kiev.
Valentyna Myronets, residente de Kiev de 64 años de edad, expresó haber sentido “dolor, miedo, nervios e inquietud” al escuchar el estruendo de los proyectiles estallando en los cielos. “Dios, esperamos la victoria y cuando todo esto termine”, añadió.
La embajadora británica en Ucrania, Melinda Simmons, tuiteó que el aluvión había sido “bastante intenso”.
“Estallidos y paredes que tiemblan no dan una noche fácil”, escribió.
Fue el octavo ataque aéreo ruso este mes contra la capital, una clara escalada tras semanas de calma y antes de una previsible contraofensiva ucraniana con armas sofisticadas proporcionadas por Occidente.
Tras la primera fase de la ofensiva, Rusia lanzó también drones de ataque Shahed de fabricación iraní y realizó vuelos de reconocimiento, precisó Ihnat.
Cayeron restos en varios distritos de la capital que provocaron incendios, según el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko.
Los sofisticados sistemas antiaéreos proporcionados por países occidentales a Ucrania, incluidos misiles Patriot de fabricación estadounidense, han ayudado a evitar a Kiev el tipo de destrucción que se ha registrado a lo largo del frente de guerra en el sur y el este del país. Si bien los combates en tierra se encuentran estancados en la línea de frente, ambas partes atacan otros territorios con armas de largo alcance.
Un fragmento de metal que cayó dentro del zoológico de Kiev, y que fue visto por reporteros de The Associated Press, tenía las marcas Lockheed Martin y Boeing, dos de las compañías involucradas en la fabricación del sistema de misiles Patriot.
El vocero del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, aseguró que un misil Kinzhal había destruido una batería de misiles Patriot en Kiev, pero no ofreció pruebas y no era posible verificar la afirmación de forma independiente. Ihnat, el portavoz de la fuerza aérea ucraniana, se negó a hacer comentarios sobre las afirmaciones rusas.
Rusia comenzó a usar los Kinzhal para realizar ataques de precisión sobre Ucrania en las primeras semanas de la invasión, pero desde entonces ha usado la costosa arma sólo de forma ocasional y en contra de objetivos prioritarios, en un aparente reflejo de disponibilidad limitada.
Las fuerzas armadas rusas aseguran que el misil tiene un alcance de hasta 2,000 kilómetros (1.250 millas) y puede volar a 10 veces la velocidad del sonido. Su velocidad y su pesada ojiva le permiten destruir objetivos fortificados, como búnkers subterráneos o túneles de montaña.
Las defensas reforzadas de Ucrania han impedido que las aeronaves rusas se adentren en su territorio y han ayudado a definir el rumbo de la guerra, según expertos militares.
En Islandia, los mandatarios europeos participan en una inusual cumbre del Consejo de Europa, integrado por 46 miembros y que es el principal organismo de derechos humanos del continente, para discutir la manera de manejar los reclamos de compensación por el daño causado por Rusia en Ucrania.
Entretanto, un enviado chino se preparaba para visitar Ucrania y Rusia en los próximos días como parte de los esfuerzos de Beijing para promocionar el plan de paz que presentó en febrero. Li Hui, exembajador ante Moscú, también visitaría Polonia, Francia y Alemania, según el ministerio chino de Exteriores.
Ucrania reaccionó con cautela ante la propuesta de China, afirmando que esperaría para ver qué acciones específicas toma Beijing. El gobierno del presidente chino, Xi Jinping, ha dicho que es neutral en la contienda y que quiere servir de mediador, aunque ha brindado apoyo político a Moscú y parece improbable que se logren grandes avances.
En el sur de Ucrania que se encuentra ocupado por Rusia, a unos 500 kilómetros (300 millas) de Kiev, funcionarios rusos comenzaron a realizar entrenamientos para evacuar a 3.100 trabajadores y sus familiares de la nucleoeléctrica de Zaporiyia, señaló el martes un representante de Energoatom, la compañía nuclear estatal ucraniana.
La central, la nucleoeléctrica más grande de Europa, tenía alrededor de 11,000 empleados antes de la guerra, y cerca de 6,000 permanecen en el lugar y en el poblado cercano de Enerhodar.
A la planta han llegado más unidades militares rusas y están colocando minas, dijo el representante a The Associated Press bajo condición de anonimato debido a que no estaba autorizado a tocar el tema de manera pública. Soldados rusos les han prohibido a los trabajadores comunicarse entre sí o salir del lugar, declaró Energoatom a través de Telegram.
AP